miércoles, 25 de abril de 2012

La Orden de San Juan




La Orden de San Juan de Jerusalén (o del Hospital o de Malta) es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por comerciantes amalfitanos. Nació dentro del marco de las cruzadas y desde un principio, junto a su actividad hospitalaria, desarrolló acciones militares contra los ejércitos musulmanes árabes, y más tarde también turcos. Se desarrollo a partir de la transformación de una comunidad que desde mediados del siglo XI atendía a los peregrinos en un hospital de Jerusalén adjunto a la iglesia de San Juan. 

Durante el magisterio de Raimundo de Puy se codificó la regla de la nueva institución, que fue confirmada en el año 1120. A los tres votos religiosos añadieron el voto de armas por la necesidad de colaborar con los cruzados en la defensa de Tierra Santa. Fuertemente respaldados por el Pontificado y contando con la protección de los príncipes, fundaron establecimientos en el occidente de Europa destinados a financiar su gestión en Oriente.

La Orden tuvo su primera sede en Jerusalén, en 1142, en el castillo del Crac de los Caballeros, cerca de Trípoli. Tras la conquista de Jerusalén por Saladino en 1187 (en la que murió el Gran Maestre de la Orden), pasó a San Juan de Acre, donde se construyó un hospital. Cuando fue expulsada a su vez de allí en 1291, lo mismo que todos los cristianos de Palestina, la Orden se instaló en Chipre.


En 1310 la Orden se instaló en Rodas. Allí construyó unas fuertes fortificaciones que resistieron varios asedios y sirvieron como retaguardia a su flota naval. Entre sus acciones más destacadas de este período se encuentran las batallas de las cruzadas en Siria y en Egipto.

Por otro lado, en 1312 Clemente V abolió la Orden de los Templarios, y designó algunos meses más tarde como heredera de sus bienes a la Orden de los Hospitalarios. El Sitio de Rodas de 1522,12 efectuado por Solimán el Magnífico, con un ejército de 200.000 hombres, duró seis meses, tras los cuales la Orden capituló y abandonó la isla.

En 1530, ocho años después de haber salido de Rodas, Carlos I de España — con el beneplácito de Clemente VII — cedió a la Orden las islas de Malta, Gozo y Comino, así como Trípoli. La intención era proteger el Mediterráneo occidental de la avanzada otomana, la cual en 1534 ya había conquistado la ciudad de Túnez. Por su parte, la Orden debía permanecer neutral en las guerras entre naciones cristianas.  Los enfrentamientos que ocurrieron durante el sitio de Malta comenzaron el 18 de mayo.13 La Orden contaba con aproximadamente 540 caballeros y hombres de armas14 distribuidos entre la ciudad de Birgu, Senglea y los fuertes San Ángel, San Miguel y San Elmo. El Gran Maestre Jean Parisot de la Valette tenía también bajo su mando a 1000 soldados y arcabuceros españoles, así como a entre 3000 y 4000 milicianos malteses e irregulares. El ejército otomano constaba a su vez de 30.000 a 40.000 hombres (varía según las fuentes) y más de 200 galeras.15 Aunque la Orden logró defender la isla durante algunos meses, en el curso de los combates se perdió el vital Fuerte San Elmo y probablemente habría tenido que abandonar toda la isla, de no ser por el "Gran Rescate" del 7 de septiembre prestado por el ejército español, el cual se encontraba en Sicilia.

En la actualidad es reconocida internacionalmente por las naciones como un sujeto de Derecho internacional. Su sede central, que ha cambiado de sitio en varias ocasiones, se encuentra en la ciudad de Roma, Italia, en la Via dei Condotti cerca de la Plaza de España. Ese edificio y el Palacio del Aventino, que funciona como su embajada ante la Santa Sede e Italia, tienen estatuto de extraterritorialidad.



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